Candy Squash

Carla tiene una pijamada con su amiga Mad, esta última planea hacer una invocación en la noche para hacer las cosas interesantes. Carla está un poco confundida, pero es por el hecho del por qué invito a Sarah, la chica de sus sueños.

Ella sale de vestirse y tiene una lencería que le queda muy bien, y Carla no puede evitar verla con ojos de deseo. En eso, Mad saca de su cama una tabla ouija para hablar con algún espíritu, las demás chicas no se ven tan impresionadas.

Para hacer los preparativos tendrán que depositar un mechón de su pelo en un contenedor y quemarlos. Hecho estos preguntan si se encuentra alguna entidad entre ellas, y esta contesta por medio de la tabla que sí.

Las chicas indican que ninguna movió apropósito la tabla, por lo que la invocación tiene sentido. Es a partir de aquí que las cosas tienen un giro extraño, cuando Carla pregunta qué le gustaría que hicieran.

El espíritu le hace saber que le gustaría que se quitaran la ropa, Carla se ríe, pero en realidad sus amigas le hacen caso. Sin pensarlo las sigue al desvestirse, para la siguiente ronda, le preguntan su nombre.

Este no responde, de hecho, sólo les dice que quiere salir, Mad y Sarah acceden y queman otro de sus mechones. Carla está muy asustada, porque cree que se han condenado, pero resulta que no sucede nada.

Al menos eso creen en un principio, ya que unos extraños tentáculos atrapan a Mad, las otras chicas se preguntan de dónde habrán salido. Un tazón lleno de caramelos ha sido poseído por el espíritu que invocaron, y ahora él las tomará para utilizarlas.

Carla está totalmente preocupada por su situación, pero al ver a Mad, esta está muy a gusto con los tentáculos rozando su cuerpo. Lo que parecía ser una amenaza, resulta ser una forma extraña de tener satisfacción.