Milagro en los Alpes

Clara necesita ser llevada a un curandero que vive en las montañas a revisar sus piernas, de modo que pueda caminar. Para llegar hasta allá, necesitarán de la ayuda de Pedro, un chico que les servirá como guía.

Emprendiendo el camino con Clara en la espalda de Pedro, son seguidos de la señoria Rottenmeier. Esta, debido a su edad no puede escalar la montaña y por órdenes de Clara los deja a solas.

Durante el trayecto la chica mira asombrada el paisaje y respira el aire fresco, disfrutando de la experiencia. Sin embargo, una fuerte lluvia cae sobre ellos de modo que tiene que buscar refugio.

Como quedaron mojados, Pedro se quita sus prendas y desnuda a Clara, y la coloca encima de él para darle calor. Esta situación hace que comience a tener una erección y ella se da cuenta de ello, pero decide recompensarlo por sus servicios.

Clara chupa el pene de Pedro mientras él puede saborear su vagina que expulsa muchos fluidos, sintiendo un chico suertudo. Para ella, es su deber complacer a sus sirvientes y de esta manera lo hace eyacular y saborea su descarga.

El día siguiente se llevan la sorpresa de que la cabra que iba con ellos se comió sus prendas y deben de seguir desnudos. Pero luego de un arduo camino logran llegar hacia la cabaña del curandero de la montaña.

Este coloca a Clara en la camilla para empezar a inspeccionarla, abriendo su vagina, confirma que sí puede ayudarla con sus piernas. La técnica que utilizará para hacerla caminar es por medio de un masaje interno.

Para llevarlo a cabo, este introduce su pene de un solo golpe y repite esto hasta que ella puede sentir sus piernas. A diferencia de Pedro el curandero la embiste de una forma ruda, con la finalidad de devolverle la fuerza a sus piernas.

El curandero eyacula en el interior de Clara y ella extasiada logra sentir sus piernas y puede caminar. Al final es visitada por Rottenmeier y al verla así se proponen celebrarlo, y qué mejor manera de hacer que con una orgía.