Vendedoras Sedientas de Sexo

Nuestro protagonista tiene que comprar una revista debido a que su madre no pudo hacerlo, y se va al supermercado más cercano. Durante su compra, un par de chicas miran su aspecto y se burlan de él.

Cuando es atendido, la trabajadora le pregunta si quiere pagar con efectivo o con esperma él no lo entiende, así que ella le explica. La trabajadora baja sus pantalones y comienza a chupar su pene, él se aterra de que piensen que está abusando de ella.

Sin embargo, nadie actúa de manera diferente, solamente es apurado por otro de los compradores. Debido a esto, la chica intenta hacer que se corra lo más rápido posible permitiéndole que utilice sus senos.

Él estalla y baña en su semen a la trabajadora, que queda muy alegre esperando su próxima visita. Desde que es un Hikikomori, el mundo ha cambiado, y las formas de pago también.

Ahora se puede pagar cualquier tipo de servicio por medio de esperma, mientras mayor sea la cantidad y la calidad, mejor. El chico investiga en internet para informarse mejor, llegando a la conclusión de que ahora vive en un mercado de esperma.

Este es el momento en el cual pone en práctica sus dones, y llama a una gran cantidad de servicios por entrega. Estando solo en casa, tocan el timbre una gran cantidad de mujeres hermosas a las cuales les indica que les pagará con esperma.

Las chicas miran su gran pene desnudo y se pelean por ver quién será la primera en probarlo.  Una por una prueba con sus bocas el miembro del protagonista, y luego son penetradas por él por un buen rato hasta llenar sus interiores con su semen.

Ellas quedan tan encantadas que, al terminar de ser pagadas, le piden que realice más encargos en el futuro.

Debido a que tiene una condición con la que muchos desearían, se permite el lujo de adquirir artículos bastante caros. Y le responde a la encargada de la tienda que pagará con una tarjeta la cual sólo es entregada a aquellos con el mejor esperma.