CL-orz 35

El almirante está intentando trabajar, sin embargo, es interrumpido por Suzuya, quien está sacando su pene de sus pantalones. Cuando él le pregunta sobre lo que está haciendo, ella le responde que se encuentra haciendo un chequeo diario.

Sin importarle que esté en medio del trabajo, tiene que revisarlo, esto es porque aun teniéndola a ella, se masturbaba mucho. Por lo tanto, el almirante le prometió no tocarse por todo un mes para tener sexo con ella.

Hoy es su ultimo día, por lo que Suzuya realizará la última revisión, oliendo su lasciva fragancia no es suficiente. Al tocar sus bolas, puede sentir el peso de estas, estando llenas, ella se las lleva a la boca y de inmediato sale el líquido pre-seminal en la punta.

Hace mucho tiempo que no lo probaba, entusiasmada, desea darle una mejor probada y se lo lleva a la boca. Él le pide que se detenga, ya que se correrá si no lo hace. Como ella no le hace caso, el almirante suelta todo en su boca.

Suzuya le muestra la gran cantidad de semen que llegó a expulsar, confirmando que sí llegó a cumplir con su promesa. Su esfuerzo se merece una recompensa, y ella sabe muy bien lo que le obsequiará, una masturbación con sus pies que visten unas medias largas.

Este es un lado que las demás chicas no conocen de él, sólo ella, usando su propia saliva moja la verga del almirante hasta que él está por eyacular. No obstante, Suzuya tapa con su dedo el orificio de su pene, negando que pueda correrse.

Luego de un rato cumple con lo que él pide y deja que eyacule, es otra descarga grande, a pesar de que sea su segunda vez. Ya los dos pueden regresar a su rutina regular, puesto a que estuvieron un mes sin hacerlo, ahora lo harán por todo el día.