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Otaco es una chica de secundaria que le gusta jugar videojuegos, sin embargo, el que está jugando ya no parece interesarle mucho. Lo malo, es que no tiene dinero para comprar videojuegos nuevos.

Un día entra un chico a su cuarto sin tocar la puerta, y la sorprende mostrándole el juego que ella siempre ha querido. Este es el que ella siempre llegó a querer, pero rápidamente piensa y le pregunta qué querrá a cambio de él.

Lo que el chico quiere es tener sexo con Otaco, siendo esta la única oportunidad en la que tendrá su videojuego acepta. Ella quiere hacerlo después, pero el chico impaciente levanta su camisa para ver sus pechos.

Él la besa a la fuerza dejándola extasiada, al tocar sus senos ella le pide que sea más gentil ya que se volverá loca. Su cuerpo es muy bonito, y el chico cuidará muy bien de él.

Vemos como está reclamando la parte de su trato al penetrarla, Otaco puede sentir profundamente su pene caliente. Sus embestidas son muy fuertes hasta que se corre dentro de su útero.

Esto no lo detendrá en absoluto, así que sigue penetrándola en más posiciones hasta que ella pide un descanso. Sacando su pene, le dará un descanso, pero a su orificio, ya que ahora está introduciendo su pene en su ano.

A Otaco le duele mucho, pero en vez de detenerse, levanta las piernas de la chica y de esta manera puede llegar más lejos. Ella quiere que la suelte, ya que la posición le resulta bastante vergonzosa.

Llenando su trasero de semen, la joven estudiante comienza a disfrutar del sexo a cambio de videojuegos. Con sus senos frota el pene del chico al mismo tiempo que lo engulle, puede darse cuenta lo mucho que eyacula.

Al terminar, ella queda muy feliz por tener su primera vez, también le agradece por su regalo.