Feline Chateau 2

Theo se despierta y mira a Emerald desnuda junto a él, dándose cuenta que lo de la noche anterior no era un sueño. Aunque fue un día bastante extraño, no puede dejar de querer pasar más tiempo con ella.

Alguien abre la puerta y se trata de otra chica con aspecto de felino, Theo le pregunta si ha visto todo, pero ella sólo sonríe. Cuando Emerald despierta y la mira, le dice que debería de haber tocado la puerta, refiriéndose a ella como Aquamarina.

Ella está muy interesada en el nuevo propietario, quien se presenta, pero la verdad es que Aquamarina no deja de ver su gran pene. Emerald se va a vestir para hacer el desayuno, pero su compañera no deja de mirarlo con ojos de deseo.

En la mesa comparten el desayuno, pero Theo comienza a sentir las miradas de la chica nueva, miradas que lo siguen por todo el día. Intrigado, le pregunta por qué actúa de esa manera, y sin problemas ella le comenta que quiere tener sexo.

Según Aquamarina, Emerald ya tuvo su turno, por lo cual ahora le toca a ella, Theo está preocupado por lo que pueda pensar ella. Sin embargo, Aquamarina le confiesa que siempre han compartido todo.

Su cuerpo siendo tocado y su cuello siendo mordido, la cabeza de Theo comienza a dar vueltas. Aquamarina lo lleva hasta el sofá y lo besa, rápidamente puede sentir el bulto en su pantalón, quitándolo rápidamente al igual que sus bragas.

Al introducirlo en su coño, siente que es incluso más grande a lo que tenía pensado, comenzando a cabalgarlo con rapidez. Encima de ella, la felina le da las órdenes de no detenerse hasta embarazarla, estas palabras motivan a Theo a aumentar su ritmo.

El chico tranquilo que conoció se transforma en una bestia sexual.