Eltingville Club
Bill y su amigo dañan una costosa figura de acción y no pueden pagarla, así que acude a su pequeña hermana para que los ayude. Ella a pesar de su tamaño es una chica muy ruda, quien acepta por la condición de que ahora serán sus esclavos.
Al llegar al local, todos se sorprende de un a una mujer pasar por esa puerta, ya que esta sea muy linda. Ella se acerca directamente al dueño para negociar, pero este le indica que, si no tienen el dinero, no podrán regresar otra vez.
Ya que no tiene dinero, intenta negociar un trueque, ella obtiene algo que quiere y él igual, al escuchar sus insinuaciones ríe. A el hombre parece no importarle el sexo, ya que el dinero que le deben podría pagar muchas mujeres.
Sin embargo, tiene un debate mental, ya que es una oportunidad que no se repetirá en otra ocasión, estar con una pequeña chica como ella. Además, tiene pensado en grabar su encuentro con ella para hacer dinero en un futuro.
Con su sonrisa malvada, acepta el trueque y se van a un lugar más privada a llevar a cabo el cambio. Sin saberlo, una cámara está grabando como la chica está chupando el pene a aquel desagradable hombre, este le dice lo buena que es.
La mirada de la chica ruda haciendo todo lo posible para satisfacerlo es muy seductora, pero es momento de hacer algo más. Ahí es cuando ella no entiende lo que quiere decir, ya que el trato constaba de solamente sexo oral.
Este, le dice que tiene que cobrar sus intereses, para eso, toma sus piernas y las levanta, haciendo con ella lo que quiera. Él va introduciendo su pene y la pequeña chica trata de detenerlo, pero rápidamente grita al ser penetrada por el viejo asqueroso.
Embistiéndola fuertemente, prueba sus pequeños y redondos senos, ella trata de apartar su cara, pero él ya está a punto de correrse. Sacando su pene en el momento justo baña su cara con su semen para terminar el trueque.
