Tres Maduras que me Folle – Aarokira
Sam es un chico bastante suertudo, cuando está durmiendo, puede sentir la presencia de alguien, al abrir los ojos se trata de su madre. Ella, está bajando sus pantalones y mirando con mucho deseo a su pene.
Pidiéndole disculpas a su hijo, comienza a probar su miembro, todo esto se debe a que luego de ser abandonada no ha estado con nadie. La falta de sexo en su vida la convirtió en una mujer decidida a buscar el placer en su hijo.
A Sam ella le parece muy hermosa, por lo cual no le niega ninguna oportunidad de tener sexo con ella. El chico penetra a su madre sin importar el hecho de que no está usando un condón, ella se mueve tan rápido como un pistón y logra que su hijo se corra.
Ella queda exhausta con su vagina llena de semen, pero al rato Sam regresa por más, ya que aún no ha acabado. Su madre nunca volvió a estar necesitada, ya que él la complace cuando quiera.
Esta no es la una madura con la cual Sam ha llegado a gozar, ahora hay una nueva vecina que es bastante hermosa. La mujer le pasa por un lado a Sam y estos tienen en mente la misma cosa, al poco tiempo los dos se estaban desnudando.
Él se sorprende de su forma tan directa de hacer las cosas, colocándose encima de él e insertando su pene en su sexo. A Jenny le gustan mucho los jóvenes como Sam, puesto a que siempre están llenos de energía.
A él por otro lado, le encantan las mujeres maduras llenas de experiencias, que hacen que se corra a montones. De esta manera los nuevos vecinos forman una linda relación.
Alguien toca en la puerta de Sam, y es Margaret que venía a pagar el alquiler, el chico se le acerca y toca sus senos. Ella le pide que pare, pero él el confiesa sus sentimientos hacia ella, quien dentro de unos minutos estará probando su pene.
Muy bueno
Debo admitirlo… es un bonito final y una buena historia.