Spiderfriends with Benefits – Fred Perry

Gwen sorprende a Miles en su departamento, ya que ella necesita lavar sus trajes que están muy sucios. Él le señala donde se encuentra su lavadora y ella va hacia allá a realizar su cometido.

La heroína se sienta posa sobre la lavadora y esta hace mover su trasero, en eso Miles no puede dejar de mirarlo. Debido a esto, entra en un gran dilema, si seguir siendo buenos amigos o intentarlo con ella.

En un pensamiento de que puede tener las dos cosas se acerca e intenta abordarla como lo hizo hace mucho tiempo. Ella se ríe al darse cuenta de lo que trama, explicándole que gracias a todo el tiempo que han tenido son inseparables y no necesitan cruzar la línea.

Escuchando esto le pregunta si quiere hacerlo, y ella le responde que sí, besándose de una forma muy tierna. Miles toca sus senos y nota lo suaves que son, ella toma su pene con sus manos y se sorprende con lo que siente.

Los dos están muy ansiosos, ya que es algo que han estado esperando ya hace bastante tiempo, y Gwen propone probar algo. Contra la lavadora, Miles puede admirar como Gwen estimula su pene usando su gran trasero.

Los movimientos bruscos que hace rozando su sexo con el suyo hacen que se ponga cada vez más duro. Tanto es el placer de ella que sus fluidos ahora están en el traje de Miles, pero este la detiene antes de correrse.

Gwen no quiere parar, y convenciéndolo de poner su pene contra ella otra vez, se frotan mutuamente. Otra vez loco por la calentura Miles decide alejarse un momento, pero ella lo atrapa con sus redes sin dejarlo escapar.

Ella quiere sentir su semen en todas las partes de su cuerpo y en su interior, pero Miles termina convenciéndola de darle un descanso. Aunque ella aceda a esto no quiere decir que no disfrutarán, ya que si no usará su pene lo hará con su boca.