Kuro Elf-san wa Mimi ga Yowai
Kuo está en la completa disposición de nuestro protagonista, su misión será la de complacer a su jefe a como dé lugar. Ella, para comenzar con buen pie, le sugiere probar sus pechos, con ellos ahoga el pene del chico.
Ella le confiesa que su pene le da algo de miedo, debido a su tamaño, con sus senos rodea su miembro mientras él lo desliza. Kuo le pregunta si se siente bien, ya que está apretando mucho sus pechos contra su pene.
Él puede sentir la presión, pero esto sólo hace más placentera la experiencia, por otro lado, ella le indica que puede correrse. Luego de sentir sus senos el chico explota en su cara y en sus pechos, dejando un gran rastro de su semen.
Al sentir el semen caliente de su amo sobre ella, se pone bastante alegre, viendo que él aún está erecto abre sus piernas para entregarse a él. Kuo le recuerda que es de su pertenencia, pudiendo utilizarla de la forma que le plazca.
El hombre empieza entonces a penetrarla lentamente y nota como el interior de su vagina lo envuelve más de lo habitual. Normalmente sólo se satisface con sus pechos, pero esta vez será muy diferente.
Aruji le mostró una forma de darle más placer a su amo, y es estimulando sus testículos mientras él la está embistiendo. Gracias a esta nueva sensación él no puede parar su ritmo y por lo tanto se acerca a su clímax.
Los estímulos en sus testículos terminan en una corrida dentro de Kuo, que los sigue apretando de forma gentil. Él quiere seguir haciéndolo, y para hacer las cosas más divertidas, comienza a jugar con las orejas de Kuo.
Tal parece que las orejas de los elfos son bastante sensibles, y esto hace que su vagina se sienta mucho mejor. Su útero, se vuelve muy gelatinoso y puede sentirlo con su pene, incluso llega a penetrarlo.
La sensación del utero de Kuo adherido en su pene es tan orgásmica que el hombre termina por llenarlo de semen.